sábado, 3 de diciembre de 2022




 

 

                                                              GANADORES

1ª CATEGORÍA

PRIMER PREMIO: GAEL RODRÍGUEZ GARCÍA (2º A) “EL ASESINO DE LOS PASILLOS ”

SEGUNDO PREMIO:   JAIME LÓPEZ GARCÍA (1ºB)  “UN AMANECER POCO HABITUAL”

2ª CATEGORÍA

PRIMER PREMIO: HÉCTOR ÁLVAREZ MENÉNDEZ (4º B) “ENFRENTARSE AL MIEDO”

SEGUNDO PREMIO: MARA CLEMENTE PESQUERA (3º B) “EL ÚLTIMO FARERO”

3ª CATEGORÍA

PRIMER PREMIO: IVÁN SUÁREZ BOSCÁ (1º J) “EL VACÍO”

                            

                                Galería de fotos del acto de entrega de premios


















aquí podéis leer los relatos premiados.


                                  PRIMER PREMIO (PRIMERA CATEGORÍA)

                                                    El Asesino de los pasillos💀

Su risa hilarante inundaba los pasillos, mientras con su machete ensangrentado arañaba las paredes, produciendo un sonido insoportable. A medida que se acercaba, su gesto se volvía hierático. Los estudiantes, estupefactos, corrían y gritaban, pero no había escapatoria. Sus cuerpos trémulos se amontonaban entre las mesas. La sangre adornaba las pizarras.

 Ya no habrá risas. Ya no habrá burlas. Ya no volverá a ser la víctima.

                                                                                  GAEL RODRÍGUEZ GARCÍA (2ºA)


                                 SEGUNDO PREMIO (SEGUNDA CATEGORÍA)

                                        

                                             UN AMANECER POCO HABITUAL

Como cada mañana mi madre me despertó para ir al colegio, pero esta vez sus manos tenían un tacto diferente. Pensé que estaba soñando, pero al ver que insistía me giré, abrí los ojos y me quedé estupefacto al verla de pie, con los ojos colgando, sus brazos más largos de lo normal y unas uñas inmensas que salían de sus dedos. Mi cuerpo se quedó trémulo y aunque intentaba volver a taparme y cerrar mis ojos para no verla, no podía hacer ninguna de las dos cosas, así que hierático ante aquella escena, esperé sin dejar de mirarla, hasta que por fin entraron en mi habitación mi padre y mi hermano y los tres se quedaron mirándome con una expresión hilarante, mientras yo empecé a recordar que aquella era la mañana siguiente a la noche de Halloween y aquello había sido una “bromita” pesada de mi querida familia,  ja ja ja la gracia que me hizo tener un despertar así.

                                                                                             JAIME LÓPEZ GARCÍA (1ºB)


PRIMER PREMIO (SEGUNDA CATEGORÍA)

ENFRENTARSE AL MIEDO

Desde hace meses llevo sufriendo de malos sueños. Todas las noches me ocurre lo mismo. Me voy a dormir y cuando por fin logro conciliar el sueño, inicia la pesadilla: un hombre alto y corpulento, con la cara demacrada, de camisa negra y machete en mano, empieza a perseguirme. Corro despavoridamente por la ciudad metiéndome por callejones hasta quedar acorralado en uno sin salida. Cuando el sujeto, con una tenebrosa expresión hierática, parece ir a terminar con mi vida me despierto con el corazón a mil por hora y me paso toda la noche aterrado incapaz de pegar ojo. Esto ha afectado tanto a mi vida personal como laboral, pues se me hace imposible realizar mi rutina diaria y trabajo debido al cansancio.

He probado estos meses a ir al psicólogo y al médico, no obstante, me han resultado inútiles, ni tan siquiera la medicación que me recetaron me ha surtido efecto. Desesperado, descubrí a un hipnotizador que tenía fama por curar las pesadillas. Me resultaba hilarante, el hecho de que mi último recurso fuera un fulano que decía de tener el poder de quitarte los malos sueños. Llegué a la dirección que aparecía en el anuncio y me decidí a entrar en el establecimiento. Consistía en una sala con un sofá y una chimenea al fondo y a la entrada un mostrador en el que se encontraba el supuesto hipnotizador: un árabe, con turbante y chaleco. Le comenté acerca de mi pesadilla y los problemas de insomnio que me producía. A continuación, me explicó que para librarme de mi mal debía atravesar al hombre con un atrapasueños. Entonces me dio uno, me sentó en el sofá y me durmió con la trémula llama de la chimenea.

Me encontraba en la calle, con el atrapasueños en la mano, delante de mí estaba el odioso sujeto que me hacía la vida imposible. Comenzó la persecución hasta llegar de nuevo al callejón sin salida. Volvía a estar atrapado, el hombre se disponía a matarme, pero esta vez no me despertaba, seguía en el sueño, estaba estupefacto. Rápidamente me recompuse para evitar la puñalada, sin embargo, al volver a fijar la vista en mi perseguidor, éste comenzó a deformarse grotescamente: de sus costados brotaban incontables tentáculos resbaladizos, su boca se agrandaba, de ella nacían numerosas filas de colmillos y en su rostro aparecían un par de ojos sanguinolentos. Se había transformado en un horripilante monstruo que con tan solo verlo por un segundo habría traumado de por vida hasta al más valiente de los humanos. Estaba terriblemente asustado, mi cuerpo no respondía, era imposible que pudiera hacer algo contra ese ser, viviría con la pesadilla el resto de mi vida. Pero, al escuchar la risa burlona del engendro, se encendió una llama de ira en mi interior. Empecé a pegarle con todas mis fuerzas hasta tirarlo al suelo, para acto seguido arrearle tantas patadas como me fuera posible. Todos esos meses de sufrimiento los desaté en forma de violencia contra la criatura hasta dejarla moribunda. Orgulloso de mi hazaña lo atravesé al fin con el atrapasueños. Y de repente una intensa luz me cegó.

    ¡Eh, chaval, despierta! ¡Vamos, despierta!

   

    ¡Mierda! Otro que se me ha muerto. Tendré que volver a cambiar de identidad.

                                                                                         Héctor Álvarez Menéndez 4ºB


SEGUNDO PREMIO (SEGUNDA CATEGORÍA)


EL ÚLTIMO FARERO 

Todos en el pueblo murmuraban sobre el nuevo farero y su familia, aunque su aspecto era hierático, parecía un buen hombre.

Aquel día se acercaba una gran tormenta y su hijo pequeño, trémulo, se escondió en el armario al escuchar los primeros truenos. Cansados de buscarle por toda la casa, el farero no hizo otra cosa que reír ante la hilarante situación en la que encontró a su pequeño acurrucado junto a su peluche. Estupefacto por la intensidad de la tormenta, el hombre subió rápidamente a encender la luz del faro, pero lo que pasó allí aquel 31 de octubre nunca nadie lo supo, desapareció sin dejar rastro. A partir de aquello, cuentan que la luz del faro solo se ilumina las noches de tormenta

                                                                                    Mara Clemente Pesquera 3ºB


PRIMER PREMIO (TERCERA CATEGORÍA)

El Vacío

Me levante estupefacto por los ladridos del perro, abrí la ventana y el frío invernal de la meseta entró en mi cuarto dejándome hierático. Miré hacia el exterior, pero una oscuridad cual vacío me devolvió la mirada y fue entonces cuando me di cuenta de que el ladrido había cesado y un olor pestilente alcanzó mis fosas nasales. En ese momento pensé que podría ser algún animal en descomposición asesinado por un depredador nocturno. Me disponía a volver a mi letargo cuando arreció un fuerte sonido que poco a poco iba acrecentándose, acercándose. Trémulo me decidí a coger la linterna que tenía en la mesilla. El sentimiento de muerte, que en ese momento era una mezcla en cierto punto hilarante de terror y desesperación, se sentía cada vez más cerca. Y al encender la linterna, el vacío me alcanzó.

                                                                                                 Iván Suárez Boscá (1ºJ)


¡¡¡Enhorabuena, chicos, nos habéis hecho estremecernos de miedo con vuestros relatos!!!😱

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